Destacado: Aventura de Grenoble (2012)

lunes, 29 de septiembre de 2008

Nuevas entradas

Reanudando mi actividad, he añadido dos nuevas entradas en el sábado 13.
He añadido después nuevas entradas en el domingo 14, el sábado 21 y el domingo 22.
Próximamente nuevas entregas.

viernes, 26 de septiembre de 2008

7 days to go

Desde este momento faltan 7 días para decir adiós a Rio y a Brasil.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Resaca del Corcovado

El domingo 22 no me podía ni levantar de la cama. Me dolían horrores todos los músculos de las piernas, en especial, de la derecha. Levantarme de la cama o de una silla me resultaba una tortura. Por el contrario, descubrí que la marcha horizontal no me resultaba ningún problema. Eso sí, tenía que ser totalmente recta y horizontal. Llegué a la conclusión de que ese dolor era por el esfuerzo en el tramo final del ascenso al Corcovado que hice de músculos que normalmente no se utilizan. Estuvimos subiendo peldaños irregulares de medio metro y haciendo equilibrios. Así también se explica el uso asimétrico de ambas piernas, y declara sin lugar a dudas cuál es mi pierna dominante.

La primavera

Según información del IMCCE, que se dedica a calcular estas cosas, el equinoccio de primavera tendrá lugar hoy a las 12:44, hora local, que serán las 17:44 en España. Volveré a poner en el Tuenti el concierto de Vivaldi, para seguir con mi política de desmitificación de las estaciones.

Subida al Corcovado (tercer intento)

El viernes 20 quedé con Jorge para repetir la excursión al Corcovado que el hiciera con Javier Ribón en 2006, pero sin lluvia. Como el camino no es claro y el que se lo sabía era Javier Ribón, miramos en internet y encontramos un mapa detallado para no perderse. Como a esa hora estaba cerrada la sala donde se puede imprimir, lo copié a mano, que tampoco cuesta tanto siendo tan esquemático.
Habíamos quedado el sábado a las 9:30 en el Parque Lage, y conseguí madrugar lo suficiente. Lo que creí que me iba a retrasar fue Doña Celia, que tiene una habilidad para buscar los momento más inoportunos para decir cosas importantes. Tengo la sospecha de que lo hace a posta, para intentar pillarte en un renuncio o que le des la razón para librarte de ella y pasar a lo importante.
Pensaba que llegaba tarde, pero un sábado a esas horas no hay nada de tráfico. Hice un trayecto en ómnibus que me dio incluso 5 minutos de adelanto. Allí me encontré con Jorge y comenzamos a subir hasta por la parte que era fácil de recorrer pero fácil de perderse, porque había muchas bifurcaciones. Luego seguía una parte muy empinada donde era imposible perderse, porque sólo había un camino. En ocasiones parecían escaleras marcadas por las raíces. Otras veces había que agarrarse a las ramas. Si el camino estás húmedo debe ser peligroso.
Ya dejamos de charlar y sólo decía Jorge “todavía queda lo peor”. En un momento había que escalar una roca resbaladiza sin puntos de apoyo ni de agarre. Jorge dijo “pues hay otro sitio peor ya cerca del final, tanto que han tenido que poner unas cadenas”. Pudimos comprobar que ése era el sitio que antes tenía las cadenas, pues conservaba las argollas y estaba cerca del final. Fuimos a dar a la vía del tren, a una altura donde hay santos: Nossa Senhora, São Sebastião, etc. Cuando estábamos mirando el paisaje en la curva OH, pasó el tren subiendo. Al llegar arriba pudimos comprobar que no se podía subir al Cristo sin entrada, salvo si subes en el tren, y que tampoco se puede comprar la entrada arriba. Lo mismo les pasó a los grupos que hacían el camino delante, y supongo que también a los que venían detrás.
Antes no cobraban por entrar, se les debe haber subido a la cabeza eso de ser Maravilla del Mundo. Está bien que lo exploten, pero que dejen la posibilidad de comprarlo arriba. Simplemente no habían considerado que la gente puede subir desde el Parque Lage, que es una ruta conocida y figura en las guías, en lugar de por la carretera. Para evitar la congestión en la cima del Corcovado, lo que habían hecho era poner la entrada en Paineiras, no dejando subir vehículos más que de los trabajadores. La gente compra la entrada en Paineiras y toma unos microbuses que suben y bajan, como a Machupicchu. La única solución que nos dieron fue que bajáramos en microbús, compráramos la entrada y volviéramos a subir. Tampoco sé si nos habían dejado montarnos sin entrada.
Evidentemente bajamos, pues ambos habíamos estado ya antes. La bajada fue larga; más que la subida, porque es menos empinada. En un cierto momento rodeamos una favela . Menos mal que iba con Jorge, porque me habría dado mucho miedo estar tan cerca de una favela solo. Cuando empezó el barrio de Cosme Velho es cuando el camino volvió a ser empinado. Había que irse frenando de lo inclinas que estaban las calles, algo así como la calle que baja entre las Cerradillas y la casa de la Cristi.
Ya abajo, vimos la plaza del Boticario y seguimos para Laranjeiras. Vimos los soportales donde se refugiaron Jorge y Javier Ribón. Paramos en un restaurante de Laranjeiras a comer feijoada, porque los sábados es costumbre comer feijoada. Ninguno pudimos con lo que nos sirvieron, aunque Jorge cayó antes. Como hacía buena tarde y ya estaba cerca del centro, decidí marchar a Niteroi. Tomé un ómnibus hasta la Praça XV, que es donde se toma el ferry a Niteroi. Cuando ya estaba en Niteroi me di cuenta de que no tenía más referencia de dónde estaba el Museo diseñado por Niemeyer que cerca. Estuve pasaeando por Niteroi, pero nadie me ofrecía confianza para preguntar.
Volví decidido a ir a Lapa, bien al 2º concierto del ciclo que empezó la semana anterior, bien a tomar el 409. Para no volverme a perder, retrocedí hasta la Avenida Presidente Vargas, hasta llegar a la estación de metro Uruguaiana. Ahí pude ver en el plano que tienen cuál era el camino hasta Lapa. Por el camino, puede ver la extraña catedral de São Sebastiao, pero parece una pirámide azteca, pero conoidal. En Lapa vi la temerosa cola que había para el concierto, así que tomé el 409 y me fui a casa a ducharme y a descansar. Supongo que si hubiera llegado 5 minutos antes en Niteroi, podría haber tomado el ferry anterior y llegado antes. También habría ganado tiempo si me conociera Centro.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Grande Prêmio de Itália

El domingo 14 se disputó el Gran Premio de Italia de Fórmula 1 en el circuito de Monza, y no quería perdérmelo. Aunque se disputan a las 2 de la tarde en horario local, aquí son las 9 de la mañana. Me desperté con suficiente antelación como para poder desayunar sin prisa antes de la carrera. Ojalá me hubiera despertado con prisa, porque así no me habría dado otra vuelta y quedado dormido hasta que hubo acabado la carrera. Lo peor de todo fue que, al despertarme por segunda vez, miré sólo los minutos y no la hora, con lo que creía que aún estaba a tiempo. Sólo después de desayunar con prisa vi que ya no había nada que hacer.

Centro y Lapa

El sábado 13, guiándome por el Jornal do Brasil, fui a ver la exposición de grabados de Rubens en el centro. El centro de Rio es un barrio que se llama Centro, pero sólo es en el sentido histórico y empresarial. Es lo peor que he visto de Rio. Si Rio es el culo del mundo, Centro es el ano. Fui en metro hasta Uruguaina, saliendo en la Avenida Presidente Vargas, que debe ser la raja del culo. Es una avenida que hicieron cercenando lo que había en medio, sucia y llena de indigentes que viven bajo los soportales. Fui directo al centro cultural donde era la exposición y, al cruzar el umbral, parecía otra cosa
Después de la pintura, quería ir a Lapa a un concierto de música antigua. Tenía una hora de margen entre el cierre de la exposición y el inicio del concierto. Por querer atajar, me perdí, sin poder encontrar la boca de metro que quería (Uraguaiana) ni la que me indicaban los carteles (Cinelândia), pero llegué a Lapa y me topé con el teatro donde era el concierto. Sólo gasté media de la hora de margen que tenía, aunque me pareció eterna por el miedo que tenía. Estaba en el peor barrio de Rio que he estado, perdido, y a veces tenía que atravesar calles desiertas. En un momento llegué a pasar por delante de la ópera; debía ser la ópera porque la gente me ofrecía entradas de reventa. Cuando encontré Lapa con el teatro bien visible, me llevé una gran alegría. Todavía pude comprar entrada de las baratas y bien situada.
No sé si en España habría tenido algún problema para entrar por vestir como suelo hacerlo, pero aquí sólo había una advertencia que decía que no se permitía pernera corta más que a los niños de hasta 10 años. No sólo pasé sin problemas en un teatro que parecía elegante, sino que comprobé como la gente llevaba pernera corta hasta los 30 años. Esta es una de las pocas cosas positivas que tiene la cultura carioca, y que debíamos importar a España, que cada cual viste como quiere y puede y se la trae floja como lo hagan los demás.
Era la primera vez que escuchaba a un contratenor en vivo. Una cosa es ver Farinelli il Castrado y otra tener un contratenor delante de ti. También era la primera vez que podía ver tocar un clavecín, y escucharlo bien, porque la vez de San Pablo no cuenta. Como aquél concierto fue gratuito, se llenó de gente que llevó a los críos y no tenía ningún respeto por no hacer ruido.
Paradojas del destino, al final sí fui a Lapa a escuchar música, pero no como Maycol se imaginaría. Al salir sí pude encontrar la boca de metro de Cinelândia, sólo que no estaba bien indicada. Ahora ya cómo salir de Lapa en Metro. Todavía me tengo que aprender por dónde pasa en ómnibus, que es más barato y me deja en la puerta de casa.

sábado, 13 de septiembre de 2008

El churrasco del viernes

Me pidió Jorge que le comprara el Jornal do Brasil, porque los viernes trae un suplemento con la programación cultural completa. Así pues, bajé a Jardim Botânico en horario de oficina para pasar por el banco, por el supermercado y por el kiosko. Con el calor que hacía ese día y los planes que teníamos, me fui derecho a la ducha. La idea era ir a un churrasco cerca del IMPA por el cumpleaños de un amigo de Maycol y, de ahí, marchar a Lapa en el ómnibus.
Cuando me fui a duchar, antes de que me pudiera mojar incluso, se saltaron los plomos. Aquí el agua caliente es eléctrica, ya era de noche, y la señora de la casa estaba muy tranquila marujeando como para buscar y apagar el electrodoméstico correspondiente. Como tampoco tenía tiempo para esperar, me cambié y fui. Si no sabe llevar una casa con inquilinos, que no los tenga.
Fui al churrasco, que ya lo tenía pagado, y esa fue mi primera alegría del día. Un churrasco es como una parrillada pero a la brasileña. En lugar de trocear la carne y ponerla después a asar, asan las piezas enteras y luego trocean. Para acompañar, como aquí no saben qué es el pan, tomar farola. Fue la primera vez que me pareció bien la farola, y nada seca ni áspera, porque la mezclamos con una ensalada muy caldosa. Fue también la primera vez que me pareció bien una cerveza brasileña. Bueno, como son agua, tenía sed, y estaba bien fría, pues cualquier cosa gusta.
A mitad del churrasco se acabó la cerveza y el cumpleañero recaudó para comprar más. Pagamos tanto por la segunda tanda de cerveza como por el churrasco entero, pero no se podía seguir en seco. Al final volvió a pedir más, pero le dije que no, que yo ya había terminado. Debió ser la opción mayoritaria, porque al poco nos disolvimos. Aquí se nota la divergencia entre Maycol y yo: para él lo importante el la cerveza, y el churrasco es una excusa para beber, para mí lo importante es el churrasco, y la cerveza es sólo para regalo.
Para amenizar la velada pusieron música directamente de los mp3 a los altavoces del chiringuito. Pusieron de todo, incluyendo Have you ever seen the rain? o una versión de Under my umbrella en portugués, con la letra totalmente cambiada. Pusieron salsa y otras músicas en español, para delicia de los peruanos y colombianos, y una cosa que me resisto a denominar música y que dicen que se lleva mucho en Lapa.
Como no se me quitaron las ganas de ir a Lapa, para ir de una vez, esperé para ir. Como allí sólo se movían Carol, Carlos y Luz, marché con ellos, que tomaron camino de la parada del ómnibus. Se pasaron de largo, bajando hasta casa. Como está al lado, pensaba que querían dejar o coger algo, así que esperé. Al parecer, no tenían ninguna intención de marchar a Lapa. Yo tampoco estaba por la labor de subir a la parada del ómnibus sin garantía de encontrarme a Maycol.
Mientras esperaba, me puse a hablar con los Bruno y Mauricio. No sé por qué, pero sólo charlamos a horas intempestivas. Estuvimos repasando el sistema docente del IMPA, ese gran menospreciado. Resulta que en el IMPA se puede estudiar todo lo que yo estudié en la carrera, pues tienen que nivelar. Como todo en este país, tiene errores de bulto que se podrían solucionar si coste adicional, pero no lo hacen. Si la política de selección del IMPA fuese hacer superar a los alumnos dificultades innecesarias, al menos habría un plan detrás de esto.
Como escribo esto con mucha distancia, no recuerdo bien, pero creo que después de esta charla, me duché al fin. A partir de ese momento cogí la costumbre de ducharme por la noche, cuando no hay cola ni sobrecarga eléctrica.

martes, 9 de septiembre de 2008

Sexo en Sudamérica

Igual me equivoqué en la anterior entrada Sexo en Rio al respecto de lo que opinaba Doña Celia, pues me pareció entender que el chico que se mudó a la habitación de matrimonio con su chica, en realidad está casado con ella. Tampoco me extraña, después de que una cusqueña que había en el curso de Lima hablara de su esposo.
Aquí todo el mundo está emparejado, con parejas bien estables (aunque se dicen enamorados) compromisos de matrimonio, o incluso ya casados. Como dije ya, puede que sea por el sesgo de hispanohablantes. Según pude apreciar en Lima, allí la gente tiene las ideas que se tenían en España hace una generación o dos. Según me contaron, allí sólo son sexualmente libres los extremos: los ricos muy ricos o los pobres muy pobres. El grueso de la sociedad se encuentra encorsetado por esa malla de costumbres que trasplantamos a América. Los chicos buscan encontrar pareja, porque ellas son duras, y las chicas buscan amarrar a la suya, para que lleguen hasta el matrimonio. Y respecto a las otras dos combinaciones posibles, los chicos homosexuales pueden pasar las de Caín si se les nota la pluma, y las lesbianas pueden considerarse afortunadas porque sólo los que han viajado al extranjero saben que existen.
Las relaciones de corto plazo gozan de mala fama; los peruanos dicen "choque y fuga", como en los accidentes de tráfico. Me preguntaba un peruano si era verdad que los españoles éramos tan liberales como se dice en Perú y si era verdad que se llevaba tanto el choque y fuga. En fin, también respecto al sexo el Perú parece la España de tiempos del Caudillo, aunque todo empezó a encajarme cuando les pregunté por la difusión del preservativo.
Igual lo único que quiere Doña Celia es, insistiendo como en todo lo demás, es que arrume uma muchacha para que tenga una razón para volver, porque está que no caga con eso. O, a la vista de lo que he contado antes, para comprobar que no sea ningún desviado, como dice ella, porque, estando en doctorado y según sus parámetros, ya debería tener pareja estable o, incluso, un anillo en la mano. No recuerdo en cuál de las manos significaba novios (i.e. prometidos) y en cuál esposos.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Subida al Corcovado (segundo intento)

Esta tarde subí finalmente al Corcovado. Tampoco encontré autobuses de la línea 584 que buscaba ayer, pero ya me había mirado otras líneas alternativas. Puede tomar la 570, cuyo itinerario al principio de despistó, porque atraviesa un túnel alterando el orden normal de los barrios. Llegué pues, a Cosme Velho, de donde sale el tren al Corcovado. Localizar la estación no tiene pérdida, porque está enfrente de la iglesia del apóstol olvidado. Allí estaba la parroquia de San Judas Tadeo, cuyo título rezaba “Judas apóstol y mártir”.
Yo veía una cola temerosa, pero luego me dijeron que yo no tenía que esperarla, que era un grupo organizado. Ese tal grupo era el 12º congreso de la pastoral familiar. Todos llevaban cruces, rosarios y medallitas del Papa. En el vagón todos los que me acompañaban eran de este grupo, pero me dejaron colarme para entrar en el primer grupo. El tren es electrificado con catenaria, pero tiene una cremallera entre ambos raíles para poder subir las cuestas. La subida es impresionante, y la vista desde arriba también.
El cristo es más pequeño de lo que me esperaba. Está todo hecho de triangulitos pequeñitos; si fueran azulejos lacados, parecería de Gaudí. Tiene marcados el corazón y los agujeros de los clavos. Aparecieron unos animales salvajes que iban a buscar entre la basura algo de comer. Parecían una cosa intermedia entre mapaches y tasugos. Eran muy graciosos y los turistas les echaban de comer.
El tiempo que prometía soleado, se torció según caía la tarde. ¡Malditos autobuses que me impidieron haber ido ayer! Pero aún así, tuve la oportunidad de ver la ciudad desde sin nubes hasta con niebla. Incluso nos atravesaron algunas nubes, lo cual resultó espectacular: el cristo se llevaba a desvanecer por completo para emerger entre la niebla, como cuenta el evangelio que se les apareció a los apóstoles después de resucitado.
El problema era que todo esto vino acompañado de viento, de frío relativo y de algo que parecía lluvia, y yo me había ido de corto por el gran calor que hacía y se preveía. Lo que parecía lluvia creo que era condensación en las hojas de los árboles, porque sólo llovía debajo de ellos. El espectáculo del cristo en la niebla lo vi sentado en el suelo, para cortar el viento, pero luego ya me marché a tomar el tren de vuelta. En la cola sí que pasé frió, hasta que pasamos a la zona de embarque, pero lo pasé menos tiempo que muchos otros.
Abajo en Cosme Velho hacía 22ºC y se podía pasear. Me la volvieron a jugar los autobuses. Me coloqué en la acera donde esperaba encontrar el 569, que es el sentido inverso de aquél con el que había venido. Encontré dos autobuses de las 583 pasando por San Judas Tadeo en sentidos opuestos; yo fui al de mi lado, pues esperaba que fuera el mío, pero era el contrario, porque iba por Botafogo en lugar de por el túnel. Me cambié de acera y esperé a que pasara algún 583. Comencé a bajar la calle y no me topé con ninguno hasta Largo de Machado; lo que sí me encontré fue venir a varios 584, que es con el que quería haber venido ayer. ¡Malditos autobuses de Rio!
Allí en Largo de Machado hay una boca de metro. Con el billete unitario no se puede trasbordar, pero se puede pedir unitario+trasbordo por el mismo precio. Así ya entiendo qué sentido tiene utilizar el Metrô na Superfície, siendo más caro que el ómnibus, es que se puede conseguir un trasbordo gratis. Mi idea era tomar el metro hasta Botafogo y continuar con el trasbordo hasta Jardim Botânico. También podría hacer tomado allí el 409, que me deja en la puerta de casa, pero esta vez sí que me veía con ganas de subir Pacheco Leão, no como el día del eclipse.
Resulta que el tiempo que te dan para trasbordo es de 2h, y trasbordando en la 2ª estación me iba a sobrar por todos los lados, así que decidí aprovechar ese tiempo para cenar en el Kilograma, que está a veinte metros de punto de trasbordo, ya que empezaba a tener hambre y no me apetecía esperar.
Aunque sea más caro que el ómnibus, yo me fío del metro, porque sabes por dónde tiene que pasar. Ya me tengo trazada una excursión que puedo hacer por el sencillo del Metrô: Maracanã y Maracanãzinho. Acepto comentarios de los futboleros, que me digan qué es lo que se podría ver por allí.

25 days to go

Desde este momento faltan 25 días para decir adiós a Rio y a Brasil.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Grande Prémio da Bélgica

Vuelvo a hablar de Fórmula 1, la única cosa que continúo siguiendo aquí, desde e otro lado del mundo. Como ya comenté, aquí no hacen cortes publicitarios, sino que insertan cuñas radiofónicas acompañadas de iconos marginales que no impiden seguir viendo la carrera a pantalla completa. Aquí puede decirse, a diferencia de lo que ocurre en España, que aquí la publicidad se inserta en la Fórmula 1 en las mismas condiciones que en el fútbol. Antes de introducir la cuña, canta el locutor “Globo, a gente se ve por aqui!”. Nótese que Globo es el nombre de la cadena y “a gente” es la forma coloquial de decir nosotros.
Hoy volvimos a tener un final de carrera emocionante, para los que digan que está todo resuelto después del último repostaje. Hamilton ultrapasó a Räikkönen comiéndose una chicane, pero no le devolvió la posición correctamente antes de adelantarle definitivamente. Räikkönen se salió y el británico volvió a subir al podio como en Hungría. Los comisarios deberían estudiar el caso y sancionar a Hamilton por no haber devuelto la posición, por ejemplo, con puntos o con puestos para a próxima parrilla.

Subida al Corcovado (primer intento)


Esta tarde iba a ir al Corcovado, porque estaba bien despejado, pero me traicionaron los autobuses. El tren del Corcovado se toma en Cosme Velho y, según la página web, la línea 584 cubre el trayecto Ióquei-Cosme Velho, pero no pasó ninguno. Como no puedo estar parado esperando, me puse a caminar en la dirección correcta y por la acera adecuada para poder ver al autobús. Mi idea era comer en Cosme Velho antes de subir al Corcovado, pero se me hicieron las 4 de la tarde. Comí en Botafogo en un restaurante a quilo (que se llama precisamente Kilograma) donde celebráramos el cumpleaños de Orestes. Desistí de ir al Corcovado, pues ya quedaba pocas horas de luz, y me decidía a ir a Lapa, para verlo de día.
Me perdí, con lo que se frustró también mi plan de ir a ver Lapa a la luz del día. Como yo no llevaba plano, mi idea era entrar por una boca de metro que me pillaba de paso y consultar allí el plano, que es muy extenso y detallado. La primera estación que encontré era la 3ª al sur de donde yo esperaba, por lo que había desandado mucho camino. Volví hacia al norte el equivalente a 4 estaciones hasta llegar a Lapa.
Podría decir que Lapa no es nada del otro mundo, pero mentiría. Lapa parece el mismísimo Hades. De hecho, nada más entrar en Lapa, cruzó por delante de mí un perro negro que frenó en seco para no ser atropellado por un coche. Un símbolo ctónico, según la mitología griega. Huele mal; las calles están llenas de porquería. La gente va a allí a bailar, a beber y, deduzco por los tenderetes, comer algún perrito caliente para llenar el buche. No salí antes de allí porque quería ver los famosos arcos de Lapa. Estos arcos de Lapa parecen un acueducto romano, y de hecho fueron un acueducto en el siglo XVIII. Ahora circula un tranvía por arriba.
Para volver, me volvió a pasar lo mismo, no encontrando la boca de metro que deseaba. Mi plan era ir en metro hasta Botafogo, cenar allí, comprar abarrotes y regresar en el 409, que me deja en la puerta de casa. No encontré el metro, pero sí por dónde pasaba la línea 409, así que cambié de planes y me llegué hasta Jardim Botânico. Podía haber seguido hasta casa, cenando allí y dejando las compras para el domingo, pero me bajé en allí para cenar y comprar. Como no era demasiado tarde, subí caminando, con lo que al final me ahorré R$2,60 y añadí 1,8km a mi paseo. En total fueron, según Google Earth, 19km.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Vista Chinesa

Este lunes no tenía clase por la tarde, pero había planeado ir a unos exámenes de qualificação, para ver como eran. Como no veía aparecer a nadie más, pregunté si no era costumbre que asistiera gente, aunque fueran públicos. Yo me esperaba que los examinados prefirieran que fuera gente, como en una tesis, pero parece que es al contrario. Como me encontré con un montón de tiempo libre en horas diurnas y el fin de semana suele hacer mal tiempo, decidí hacerme una escapada a la Vista Chinesa, que es un sitio cercano al IMPA al que se debe ir de día y con buen tiempo.
Como dije al principio, más allá del IMPA, la selva; pues sí, la Reserva Nacional da Tijuca. La carretera Doña Castorina a cuyo comienzo está el IMPA, continúa adentrándose en la selva. Subí sólo hasta la Vista Chinesa, que es un mirador con un porche octogonal estilo chino. Está a 4km desde el IMPA, según Google Earth, lo que en total hacen 8km de paseo. Desde allí se veían perfectamente todos los barrios que rodean a la Laguna. Desde esta altura, ya el IMPA no me parece tan alto.
Encontré una cosa curiosa a mitad de camino. Al parecer, se trataba de un santuario a los espíritus de la selva. La gente encendía velas y dejaba ofrendas. Lo más curioso era un cartel que decía “escucha la palabra de la divinidades” y atribuía a cada uno de los espíritus unos consejos. Todos venían a decir “me agrada tu oración y con ella me basta”. Por ejemplo, la divinidad de la mata decía “no dejes velas encendidas, pues podrías quemar mis árboles”; la divinidad de las aguas decía “no dejes ofrendas en mis arroyos, pues podrías contaminar mis aguas”.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Sexo en Rio

Los cariocas tienen fama de promiscuos, pero yo no he visto que hagan honor a ella. En el IMPA creo que están todos emparejados con parejas bien estables y decididos a llegar hasta el matrimonio. Al menos los de doctorado, aunque los de maestría también muestra esa tendencia. Una cuestión terminológica: aquí dicen novios sólo cuando hay compromiso de matrimonio, en caso contrario dicen enamorados. Me resulta curioso, cuando no gracioso, oír decir cosas como “mi enamorada estuvo en Valladolid en junio”. Bueno, igual mi muestra está sesgada, pues yo me muevo con los hispanohablantes, como es natural, pero ya hablaré del sexo en Perú en otra entrega.
Maycol y Carol están que no cagan con llevarme a Lapa un viernes, que allí es donde dicen que está la marcha. Doña Celia les da coba y me vaya a Lapa para arrumar uma muchacha. Creo que me está lanzando indirectas para que me traiga a alguna tía a casa para acostarme con ella. Me dijo que las muchachas me iban a ver que tenía la sangre caliente y se me iban a echar encima, porque dice que aquí hay mucho desviado.
Uno de los chicos, que dormía en la habitación común, se trajo a la novia y se mudó a una habitación de matrimonio. De hecho, doña Celia se cambió la habitación para dejarle la que ocupaba ella. Necesito más información, por eso prometo una segunda parte. Y si alguien se había pensado al leer el título que había pillado con alguna mulata, siento desilusionarle, aunque las hay que están muy buenas (dicho sea de paso) incluso en el mismo IMPA.

martes, 2 de septiembre de 2008

Enfermedades tropicales

Nos advirtieron del dengue y la malaria, que no tienen vacuna. Nos vacunaron contra la fiebre amarilla, la hepatitis y la fiebre tifoidea. Pero de lo que no nos vacunaron, tampoco nos advirtieron y nunca habría esperado pillar en Rio es el resfriado común. Los cariocas tienen una obsesión terrible con el aire acondicionado. Hay autobuses urbanos que publicitan que tienen aire acondicionado, y son más caros. En el IMPA todas las aulas y la biblioteca tienen aire acondicionado. Es una tortura, y a veces lo ponen excesivamente fuerte. El fin de semana pasado estaba anormalmente fuerte, y no fui el único de los que estudiábamos ahí que me resfrié. Ahora llevo una chompa para ponérmela en la biblioteca y en clase.
Tengo una congestión terrible. Echo unos mocos que parecen mezclados con farofa. Vivo a 2km de la farmacia más cercana, y creo que se me va a pasar antes de que pueda bajar a comprar nada. Analgésicos sí que tengo, paracetamol e ibuprofeno, y sí que me están sirviendo.
Cuando hay un brote de dengue, dicen que ponen el aire tan fuerte para evitarlo, porque los mosquitos huyen del frío. Cuando no hay brote de dengue, como ahora en invierno, que el mosquito transmisor está inactivo, también ponen el aire acondicionado bien fuerte

lunes, 1 de septiembre de 2008

Una fabada con cuchillo y tenedor

Este domingo fui a comer feijoada a la Casa da Feijoada, en Ipanema. Me recorrí el distrito entero porque Google Maps no indicó bien la altura de la calle. Cuando llegué al final y desistí, porque ya había llegado al final de la calle, entonces me la encontré; era el último número de la calle. Cuando llegué tenía un hambre temerosa, porque eran las 3:30 y aquí se almuerza a las 12. Tardé 2h y dejé parte porque mi estómago dijo basta. No sé si sería un rodízio de feijoada, eso me pareció, pero no decía rodízio en ningún sitio.
A diferencia del feijão, la feijoada es una fabada con todo su compango. Aquí el paternóster debería traducirse diciendo “el feijão nuestro de cada día”. Las alubias cotidianas del tercer mundo americano son negras y pequeñitas. Los guatemaltecos comen esas alubias de cutiano, pero utilizan las blancas y las rojas para hacer fabada. Los brasileños no: ellos hacen la feijoada con el mismo feijão preto de todos los días, sólo que con compango. Lo más curioso es que aquí comen con tenedor tanto el feijão como la feijoada.
Volví por la playa de Ipanema, donde una parejita de argentinos me pidió (en español) que les sacara una foto. No fueron a los únicos hispanohablantes que encontré; cerca de mi paseaban otros que comentaban que Rio es turismo, São Paulo es negocios y Brasilia es política. Como era domingo, la vía expresa que hay entre la calle y el paseo marítimo estaba cerrada, y la gente paseaba por ella o hacía exhibiciones de monopatín. Justo estaba pensando que por la tarde del domingo sí sería necesaria la vía expresa cuando oímos una sirena. Venía por la vía expresa una furgoneta a baja velocidad abriendo paso al tráfico. Parece ser que la vía expresa está cerrada los domingos hasta las 6, que es cuando se pone el sol.
Pasé a Leblon, que es la continuación natural de Ipanema, y entré por el Shopping de Leblon, que está mejor que el de Botafogo y, desde luego, mejor que el de Gávea. Como acabé de comer a las 5:30, no cené, que no tenía ganas.