Destacado: Aventura de Grenoble (2012)

jueves, 7 de agosto de 2008

Los rodicios

Entre los restaurantes de tipología netamente brasileña, tenemos dos extremos: los rodízios y los restaurantes a quilo. En los rodízios uno paga una cantidad fija, que depende del restaurante, y come todo lo que quiere o puede. En los restaurantes a quilo los que esta fijado es el precio del kilo y uno puede servirse y combinar a gusto. Ayer miércoles 6 (quarta feira) comimos en un rodízio dentro del programa social de un congreso al que me inscribí. De hecho, comimos en uno de los tres mejores restaurantes de Rio: la churrascarria Porcão. Como su propio nombre indica, uno va al Porcão a ponerse como un cochino.
Aparte de un buffet de ensaladas, pescados y mariscos, circulan camareros con piezas de carne de las que te ofrecen una ración. Hay una tarjetita con un lado verde donde pone "sim, por favor"/"yes, please" y otro rojo donde pone "não, obrigado"/"no, thanks", pero los camarero te ofrecen siempre; son como abuelas y se alegran si comes. Los postres también entran en el precio; lo único que tiene limitación son las bebidas: puedes pedir sólo cuatro. Yo pensaba que sería una limitación, pero cada unidad era una jarrita, no un solo vaso.
Como ya me advirtieron, no desayuné, más que el té, y tampoco cené, porque no quedaban ganas. Subimos al Pan de Azúcar, en teleférico, y después volví al IMPA para resolver un problema (de matemáticas). Rehecho, tampoco hoy he desayunado porque tampoco tengo hambre.

No hay comentarios: